CONTROVERSIA DE SION
SERIE: EL CONFLICTO
CONTROVERSIA
DE SION
LECCION
# 2
Leamos
Apocalipsis 22:1-7
Leamos en Isaías
34:8, “porque es día de
venganza de Jehová, año de retribuciones en el pleito de Sión”
Este
versículo habla del pleito de Sion (en la versión en inglés dice: “La
controversia de Sion”) Así que vamos a hacer una pregunta al empezar la
lección, ¿Cuál es la controversia o
pleito de Sion? Es la controversia o la batallada por la vida de Sion.
Establecimos en nuestra primera lección que el propósito de Dios, es que el
testimonio de Jesús venga a través de Su Iglesia, el testimonio de que Dios le
levantó de los muertos. No sólo es algo que se habla, sino que Cristo realmente
vive a través de nosotros.
Sion
es muchas veces representada en el Antiguo Testamento como la Novia de Jehová;
nosotros estamos familiarizados con la frase, “la virgen hija de Sion.” Sion continuamente estaba en controversia,
en lucha, y era el objeto de la envidia, el deseo, y el antagonismo de las
naciones. Todas las naciones fueron encontradas en algún tiempo o en alguna
forma relacionadas con Sion. Así que la controversia, era la controversia de
Dios con aquellas naciones que disputaban por la vida de Sion. Cuando lees
acerca de guerra espiritual, esto es lo que es para Dios, es la batalla por la
vida. Todo el infierno está en contra de la vida, y al diablo no le interesa
cuán religioso seas, sólo que no haya vida; así que ésta es la guerra, así como
era en el Antiguo Testamento.
Vamos
a mantener esto en mente mientras leemos en el Nuevo Testamento, y consideramos
la interpretación espiritual de Isaías
34. En Apocalipsis 21:9-10 vamos
a ver a la nueva Jerusalén, la ciudad santa. Dice: “Ven acá, yo te
mostraré la desposada, la esposa del Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un
monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que
descendía del cielo, de Dios,”. En el capítulo final del Libro de
Apocalipsis nos lleva a la ciudad, y lo central ahí es el árbol de la vida. Ahí
también fluye el río de agua de vida, pero lo central en esa ciudad es el árbol
de la vida. Ahora veremos el significado espiritual de todo esto. La
controversia por la vida de Sion ha llegado a su fin, y la vida plena y
triunfante es lo que vemos aquí. A través de todo el libro de Apocalipsis, Dios
está tratando con las naciones y al último, vemos que todas las naciones han
sido traídas bajo el juicio del Hijo. Por lo tanto, la controversia de Sion se
ha terminado de una vez para todas, y ahora Sion, la Iglesia, la esposa de
Dios, se encuentra en una absoluta plenitud triunfante de vida. El árbol de
vida es central, que es Jesús, y el río de agua viva fluye en su centro. Hemos
dicho suficiente para establecer el hecho que la controversia está en relación
a la vida, y eso es lo que nos concierne en estas lecciones. Hay un sentido en
que, espiritualmente, tú y yo estamos hoy en la controversia de Dios por Sion.
Si tomamos el capítulo 6 del libro de
Efesios como representando aquello que está ocurriendo en el ambiente
espiritual, particularmente que es un conflicto con los regidores de este
mundo, entonces el resto de la carta hace claro que la controversia de estos
gobernadores del mundo es contra la Iglesia y la vida de la Iglesia. Entonces
tú y yo estamos en la controversia, y la disputa es sobre vida. Y si no reconoces
eso, vas a ser muy religioso, pero no vas a ser de ningún valor para Dios.
Vimos
en nuestra primera lección, que lo preeminente
para Dios en cuanto a las siete iglesias era el testimonio de la vida;
no la tradición, no mucho trabajo y actividad cristiana, no muchas cosas buenas
y recomendables, esas cosas que podían ser buenas a la vista de Dios; esas
cosas estaban ahí, pero lo básico, el testimonio de la vida no estaba ahí. En
el primer capítulo del Libro de Apocalipsis, el Señor es presentado como el que
vive, que estuvo muerto, pero que ahora vive por los siglos de los siglos, y
tiene las llaves de la muerte y del Hades; como el vivo de entre los muertos,
se le ve en medio de los candelabros, que es la Iglesia, la vasija del
testimonio. Los está juzgando a cada uno de ellos de acuerdo a la vida, de
acuerdo a como El es como el Vivo, como aquel que ha vencido la muerte. Lo que
El descubre y revela a esas Iglesias es la medida de cuanto de Su testimonio ha
sido perdido, y El no encuentra en la mayoría de ellos lo que debe encontrar.
Luego El muestra aquellas cosas que han traído la contradicción con el
testimonio, y El no habla de esas cosas en general, sino que El nombra aquello
que interfiere con la manifestación absoluta de la Vida. En esto se revela que
lo más precioso para el Señor es la vida espiritual en plenitud, en poder y en
expresión.
Quiero
llevar este pensamiento otra vez al Antiguo Testamento para mostrarles el celo
de Dios por la vida. El Antiguo Testamento fue nuestro maestro, nuestro ayo
para llevarnos a Cristo, así que en ella vamos a tratar con la vida natural, y
esto nos llevará al Nuevo Testamento donde es Vida Eterna, Vida Divina. Vamos a
ver el celo de Dios por la vida y Su relación con ella; es imperativo que
conozcamos esto, porque si somos lo que El era en este mundo, entonces debemos
de tener Su misma preocupación por la vida. El no solo quiere una estructura
religiosa, y es por eso que ésta Escuela no es como otras Escuelas Bíblicas; es
una Escuela de la Vida, es una Escuela para convertirte en lo que vas predicar.
Vamos
a ir al principio, vamos a ver la desobediencia de Adán y la pérdida de su
relación con Dios, y veremos que, inmediatamente el asunto del árbol de la vida
se levanta después del juicio contra la serpiente y el hombre a causa de la
desobediencia. Dios puso Su querubín para guardar el camino al árbol de la
vida, y tenía una espada ardiendo que se movía en todas direcciones. ¿Por qué El haría esto? Para que el
árbol de la vida no pudiera ser alcanzado por ese hombre que ha caído. La
interpretación de esto es encontrado en el último libro de la Biblia: Todo pecado y pecaminosidad es excluida de
ese árbol de vida en medio de la ciudad de Dios; afuera está todo lo que
representa el Adán caído, afuera está todo lo que representa la naturaleza
pecaminosa. Ningún hombre puede conocer la vida eterna, a menos que la obra
redentora del Señor Jesucristo haya sido efectiva en él. El punto es que desde
el principio Dios tomó un paso para proteger a esa vida del acercamiento y del
alcance del hombre pecaminoso; Dios no iba a dejar que un estado pecaminoso
siguiera indefinidamente. El estado que Dios va a mantener es de plenitud de
vida, por lo que Jesús hizo al derramar su Sangre. Así que ves desde el
principio, el celo de Dios en cuanto al árbol de la vida. Dios dijo: Esa vida no va ser
dada a cualquiera, esa vida sólo va a ser dada a aquellos que vengan a través
del Calvario. Es algo maravilloso ver que El suspende la posesión de esta
vida hasta que la maravillosa obra de la Cruz haya tratado con ese estado
pecaminoso que, si se dejara continuar, mantendría eternamente un mundo
perdido, un mundo fuera del propósito de Dios; El trató con eso en la Cruz.
Al
continuar en el Antiguo Testamento, vemos de nuevo el celo de Dios por la vida.
Del jardín nos movemos a Caín y Abel, y vemos como se desvela la actitud de
Dios en cuanto a la vida. Cuando Caín mató a Abel, Dios instantáneamente
apareció en escena, nota eso; aquí había
algo que a Dios le concernía mucho “…La
voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.” (Génesis 4:10) Luego en el libro de Levítico, Dios dijo que la vida está en la sangre. ¿Qué estaba diciendo El? “La
vida de tu hermano está clamando a mí”. Aquí vemos el celo de Dios por la
vida; algo había muerto, y tenemos que ver lo que Dios le estaba diciendo a
Caín. Caín fue maldecido, fue marcado, y fue echado, y él clamó: “Mi castigo es mayor de lo que puedo
soportar”. Esa es la actitud de Dios hacia la vida, y cuando tú y yo tratamos de
perpetuar un estado religioso sin la vida de Jesús, eso nos trae la misma
maldición.
Miremos
ahora a Noé. Los términos del pacto que Dios hizo con Noé nos son familiares si
hemos leído la Biblia; Dios iguala
todo en ese pacto, y hace una advertencia a todo hombre: en Génesis 9:6 dice, “El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será
derramada.” Dios va a mantener las cosas a la par; ningún hombre va a poder
tomar ventaja en esto; ningún hombre que tocare aquello que es precioso para
Dios va a tener una ganancia, Dios se va a encargar de eso. Si tú robas al
hombre de la vida, tú también vas a ser robado; esa es una advertencia solemne,
y muestra la actitud de Dios acerca de la vida. El dijo: Si tú tomas la vida de un hombre él también va a tomar tu vida. Ese
es un castigo eterno: Caín fue echado de la presencia de Dios.
Luego
llegamos a Enoc, y vemos que en el Antiguo Testamento hay una gran revelación
de la mente de Dios respecto al hombre en este asunto de la vida; el propósito
de Dios, siempre es vida y no muerte. Enoc aparece después de una larga
continuación de un estado de muerte; y por cientos de años no ha habido nada
sino muerte, pero en Génesis 5:22
tenemos este testimonio: “Y caminó Enoc con Dios… y desapareció, porque
le llevó Dios.” Esto es un contrate al rumbo del hombre caído, mostrando
cual es el pensamiento de Dios: cuando el hombre retorna a la comunión con Dios,
no es muerte sino es vida. Ese siempre fue el pensamiento de Dios. Enoc
rompió esa línea continua de muerte, y su testimonio nos muestra que el
pensamiento de Dios es vida. Ese sigue siendo el propósito de Dios, y el va a
tener una expresión absoluta y continúa de esto en todos Sus hijos que algún
día van a ser trasladados a Su presencia. Ellos no van a ver ni la muerte ni la
tumba; desaparecerán porque El los llevará.
Luego
vemos a Abraham y a Isaac. En ellos vemos que cuando Dios tiene un gran
propósito en mente, y cuando El empieza a obrar conforme a ese propósito, El
tiene que llevar todo al lugar donde la muerte no puede tocarlo. Voy a
enseñarles algo de Abraham que nunca supieron. Cuando Dios tiene un gran
propósito y se va mover de acuerdo a Su propósito, El debe llevar esto a ese
lugar donde la muerte no lo pueda tocar. Isaac era aquel con el cual el
propósito de Dios estaba ligado, y por lo tanto, a causa del propósito, Isaac
tenía que ser llevado típicamente al lugar donde la muerte no le podría tocar;
para hacer eso, El debía llegar a la muerte para tener a la muerte destruida.
Se preguntan, ¿Por qué tuvo él que ser
ofrecido? Pero es que él tuvo que llegar a la muerte para tener a la muerte
destruida, para que el propósito de Dios pudiera ser llevado a cabo sobre la
base de que la muerte no estaba en el futuro sino en el pasado. Esa es una gran
ilustración del propósito divino, establecida en la base de una vida que no
muere. Y en El que es mayor que Isaac, el propósito de Dios va a ser realizado
sin temor de que la muerte vuelva a interrumpir, porque en el Señor Jesucristo
la muerte no es futuro, es pasado: “Yo soy… el que vivo y estuve muerto, más he
aquí que vivo por los siglos de los siglos”(Apocalipsis 1:17-18), la muerte no es futuro con nuestro Señor.
Todas estas son expresiones vívidas, fuertes y a veces profundas de la actitud
de Dios respecto a este tema de la vida; es algo muy costoso, y fue
infinitamente costosa para Dios; costó mucho para aquellos que estaban en
comunión con Dios; y todo esto es la controversia de Sion en principio, es el
celo de Dios sobre la vida.
Si
vamos al libro de Job, vemos a Satanás con acceso a Dios en los lugares
celestiales; está ahí con los hijos de Dios. Dios lo desafía en Job 2
y 3, ¿Has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra? Satanás
responde y le dice: Piel por piel, todo
lo que un hombre tiene dará por su vida, pero pon tu mano sobre él y toca su
carne y su hueso, y él va a renunciar y darte la espalda. ¿Puedes ver como
el asunto de la vida está también visto acá?; en ese mismo desafío está el desafío
de la vida. Así que Dios le da permiso a Satanás de tocar a Job, para tocar su
cuerpo, tocar su familia, tocar sus propiedades; todo lo que tiene, pero le
dice, “más guarda su vida”. No iba a dejarle
tocar esa vida. Así que aquí otra vez, ves el celo de Dios por la vida. Satanás
presionó por todas partes, por todos los medios, tratando de tocar su vida
indirectamente, porque no lo podía tocar directamente; el método indirecto de
Satanás fue para que Job mismo maldiciera a Dios, para que su vida llegara a ser perdida y destruida.
Para
entender el libro de Job debes entender qué es la controversia de la vida.
Muchos han dicho que es una controversia sobre la fe, pero la fe es un factor
relativo; la controversia es vida. Los hombres hablan de la fe como si fuera
algo que puedes tener en lo abstracto, pero esto no es verdad, porque la fe es
una parte de la vida. Pero el celo de Dios es por la vida, y la razón por la
que pongo mucho énfasis en esto, es que lo que El espera que tú produzcas
cuando dejes esta Escuela es la vida de Dios en algún lugar en esta nación.
Job pasó por grandes tormentas, pero la vida nunca se rompió; y al final la
vida triunfó: Job tuvo el doble. Así que vemos la plenitud, que es victoria;
todo lo que es vida se ve aquí al final. El enemigo está presionado, tratando
de destruir nuestra vida espiritual a través del cuerpo, a través de nuestra
mente, a través de las circunstancias; muchas veces somos aplastados como Job
fue, pero debemos entender realmente de qué se trata y entender que mayor es El
que está en nosotros que el que está tratando de robar esa vida. Vamos a tener
nuestras preguntas, van a haber tiempos cuando estamos desalentados, cada
creyente va a tener su propia historia de lucha. Pero debemos conocer el celo
de Dios por la vida, que El es un guardador de la vida, y el asunto es tener más
de lo que tuvimos antes. La palabra dice que todo ayuda para bien; todas las
circunstancias son para tener más vida.
La
historia del éxodo de Israel de Egipto, es el asunto de la vida y la muerte;
Dios lo muestra desde el principio, el asunto final de la vida o la muerte.
Dios lo hace a Su forma, hace Su provisión, para que cuando la muerte está
recorriendo la tierra, su propio pueblo va a ser inmune a ella, van a tener
vida a causa de la sangre. Dios toma las cosas en Sus propias manos, la vida de
los suyos es tomada bajo Su custodia, y cuando para preservar la vida de los
suyos El tiene que destruir una nación, El lo hace. Dios no va detenerse de
nada cuando la vida de Su pueblo está involucrada; eso nos debe dar gran
aliento. Dios no va a permitir que sea destruido, si yo siempre hago mi
decisión por El. Lo tienes en la ley Levítica acerca de la vida, en aquellos
pasajes en Levítico concerniente a la actitud de Dios con respecto a la vida, y
el énfasis para Su pueblo es que eviten beber sangre, porque la vida está en la
sangre (Levítico 7:27). Lo que
tienes aquí es a Dios preservando la vida; es sagrada para Dios, es Su vida, y
el hombre no debe tomar la vida y hacerla suya. La vida es de Dios y siempre
debe ser tomada como sagrada para Dios.
Todas
estas cosas se resumen y nos traen a
este hecho: La Vida es sagrada para Dios, El es muy celoso de ella. La
vida y no la muerte es la voluntad de Dios; el pecado y la muerte siempre van
juntos, tanto como la vida y la justicia van juntos. El Antiguo
Testamento es un tipo terrenal de las verdades celestiales. Todo lo que hemos
visto es para mostrar que aquellas escrituras del Antiguo Testamento,
representan la actitud de Dios respecto a la vida. Es la vida del alma, pero es
figurativo; el Antiguo Testamento es una sombra de la dispensación que iba a
venir, el cual ahora no es una vida del alma sino una vida eterna. Así que
cuando llegamos al Nuevo Testamento no sólo es la vida del alma del hombre,
sino es otra vida llamada vida eterna; “yo
he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia”(Juan 10:10). Es sobre esta vida que
Dios se representa ahora como muy celoso, y tú no puedes leer en el Nuevo
Testamento mucho tiempo sin darte cuenta que esta controversia ahora es llevada
a otro ambiente: ahora es sobre la vida espiritual del hombre, la vida eterna.
Y la controversia se concierne con dos asuntos: primero, si el hombre va a ser
poseído por esa vida o no, y segundo, si
el hombre que una vez ha sido poseído por esta vida va a permitir que ella
tenga expresión total o si va detener esa vida. Dios te va juzgar por esto, si
has detenido a esta vida o no. Dios va a dártela, y tú debes de dar luz a la
vida, pero si detienes su expresión a través de tu propia vida y a través de la
Iglesia que has establecido, Dios no va a tratar muy amablemente contigo,
porque la controversia aún es la vida. Ahora venimos a la realidad después de
haber salido de los tipos y las sombras. Hay un ataque persistente contra la
vida; todos tus problemas salen de esto (Lo
tomo ya por sentado de que tú estás andando con Dios). Claro, si pecamos
voluntariamente, estamos trayendo problemas sobre nosotros mismos, pero si
caminamos con Dios, vamos a encontrar al enemigo en tormentas y problemas,
porque hay este ataque persistente contra la vida. Así que estamos viendo que
en el ambiente de la realidad, es un ataque de la muerte sobre aquello que es
de Dios.
Ahora
vamos a ver los tipos relacionados con esto. Vemos a Adán, ¿Qué tenía Dios en vista para Adán? Sin duda lo supremo para Adán
de parte de Dios era el árbol de la vida. Adán no pudo poseer aquello que el
árbol representaba, pero no hay absolutamente ninguna duda que esto era el plan
de Dios para él. La tipología indica que el pensamiento de Dios para el hombre
era que él fuera poseído de esa vida eterna. Génesis 3:22 dice, “Y dijo
Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el
mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida,
y coma, y viva para siempre.” Este era el plan, que Adán partícipe de este
árbol de vida y viva para siempre. Así que Dios había determinado que el hombre
tendría esta vida eterna en comunión viva con Dios mismo; realmente el gran
propósito para Adán era la vida eterna. Satanás rompió esa unión, tuvo éxito
temporalmente, Adán perdió la vida a causa de su pecado, y Pablo tristemente
escribe: “Porque así como en Adán todos
mueren”(1 Corintios 15:22). ¿Qué fue esto? un ataque contra aquello
que era de Dios, era el ataque de la muerte. Lo mismo es verdad en el caso de
Abel. Abel fue un hombre cuya mente era espiritual, un hombre que reconocía los
fundamentos de una relación con Dios, así que Abel estaba ahí como un
testimonio para Dios en el fundamento de aquella vida que triunfa sobre la
muerte y Satanás. A través de Caín, Satanás vino para matar aquella vida. En el
libro de Génesis, no hay otra
explicación de esa gran oscuridad que Abraham pasó. (En Génesis 15, se ve como esa
gran oscuridad vino sobre él.) Abraham iba a entrar en una nueva relación
con Dios; este pueblo iba a ser de Dios, iba a escapar de esa muerte, y fue ahí
donde toda esta oscuridad vino sobre él. Con Job pasó lo mismo, también con
Esther, y luego en el Nuevo Testamento todo es resumido en el Señor Jesucristo,
todo es resumido en El mismo. Jesucristo es mayor que Abel, y todos los tipos
del Antiguo Testamento son resumidos en El. En Su nacimiento el diablo trató de
matarlo. De ahí pasaron muchos años hasta la experiencia en el desierto, y la
única explicación de esta experiencia es un ataque de la muerte. El asunto era
uno: El enemigo quería romper su comunión con el Padre, porque si podía
conseguirlo, entonces podría destruirle. En aquellas experiencias vemos que aún
Jesús, si se hubiera tirado de ese pináculo del templo, entonces hubiera
perecido, porque Dios no va a proteger a aquellos que voluntariamente le
tientan. Desde el desierto fue a Nazaret y abrió las escrituras y ellos le
querían tirar de la cumbre del monte. Era el mismo ataque sobre la vida. Vemos
luego que los judíos tomaron piedras para matarlo, y El dijo: ¿Por qué buscan
matarme? Vosotros sois de vuestro padre el diablo, él es asesino desde el
principio. En esto El descubre lo que está detrás de todo esto. En la Iglesia
lo mismo se lleva a cabo: el asunto es el asunto de la vida. ¿Vamos a permitir que Cristo viva, o sólo
vamos a ser una sociedad de debate?
DIOS BENDIGA A SU PUEBLO!
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